Bulto vivo (Vicente Aleixandre)

Fuerza que a veces tentamos por un cabo del amor.
Allí tocamos un nudo. Tanto así es tentar un cuerpo,
un alma, y rodearla. Y repasamos despaciosamente,
morosamente, complacidamente, los accidentes de una
verdad que únicamente por ellos se nos denuncia.
Y aquí esta la cabeza, y aquí el pecho, y aquí el talle y su huida,
y el engolfamiento repentino y la fuga, las dos largas piernas
dulces que parecen infinitamente fluir, acabarse.
Y estrechamos un momento el bulto vivo.
Y hemos reconocido entonces la verdad en nuestros brazos,
el cuerpo querido, el alma escuchada,
el alma avariciosamente aspirada.
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